viernes, 26 de febrero de 2016

La última cacería de Kraven

¿Podrá Spiderman salir indemne de las garras de Kraven, aunque le ronde la muerte?

Después de saborear su luna de miel y de asistir al velatorio de Joe Face, un soplón de los bajos fondos de New York, Peter Parker, es incapaz de percatarse en la lluviosa noche que, oculto entre las sombras, se encuentra un antiguo enemigo suyo que ahora esta llamado a convertirse en su némesis más letal: Kraven el Cazador. Sergei Kravinoff no es el mismo de antaño, su orgullo se encuentra herido después de tantas derrotas a manos de la Araña y le han llevado a la locura, lo que hace que ataque como un animal herido y resulte más mortal que nunca. Kraven el Cazador tiene un plan, ha decidido matar a Spider-man, enterrar su cuerpo y usurpar su lugar para así demostrar su superioridad allí donde el arácnido ha fracasado anteriormente. De esta manera, mientras el cazador saborea las mieles del éxito Spider-man se verá enfrentado a su mayor desafío, sobrevivir a la muerte, pero para ello antes deberá aceptar quién se esconde bajo su máscara y así poder renacer de sus cenizas.



Razas del Universo Marvel: Los Atlantes

Aproximadamente hace 10.000 años, un nuevo ser humanoide apareció en el Océano Atlántico, con agallas para poder respirar bajo el agua; los verdaderos orígenes de este Homo Mermanus nos son desconocidos. Se teoriza acerca de que la capacidad de vivir bajo el agua pudo haber sido concedida a ciertos individuos por genetistas inhumanos o desviantes, ya que la teoría de una evolución natural de Homo Sapiens Sapiens a Homo Mermanus se caen por su propio peso. Las leyendas de los propios atlantes atribuyen a Neptuno su transformación de respiradores de aire a seres acuáticos. Durante milenios, las tribus de Homo Mermanus fueron nómadas, viajando a lo largo del Océano Atlántico, sustentándose mediante la pesca y la recolección, utilizando conchas de crustáceos enormes como viviendas en sus poblaciones temporales y desarrollando tan sólo las herramientas técnicas más elementales.

Finalmente, en torno a hace 8.000 años, las tribus submarinas descubrieron las ruinas de la antigua Atlantis, a las que ningún ser inteligente había accedido desde hacía más de 12.000 años. El príncipe de la Gente del Mar, como se hacían llamar estos nómadas, reclamó la espada de Kamuu, el último rey de Atlantis, y decidió instalarse allí, en donde comenzó a crecer la civilización atlante.

Aunque con el paso del tiempo Atlantis sufrió desastres naturales e invasiones de tribus bárbaras durante el siguiente milenio, tras cada envite Atlantis resurgía con mayor magnificencia. Aproximadamente 500 años después de la nueva Atlantis submarina, un grupo de Homo Mermanus abandonó el imperio atlante al descubrir que el cambio de eje de la Tierra haría inhabitables sus hogares polares.

Este grupo divergente fundó la ciudad de Lemuria en el Océano Pacífico. Debido a la influencia de la Corona Serpiente, un artefacto místico procedente de la antigua Lemuria desviante, sobre las aguas del Pacífico, las complexiones físicas de los habitantes de Lemuria se volvieron más reptilescas que sus antepasados atlantes. Aún así, no se les puede considerar una especie aparte del Homo Mermanus, si acaso, una subespecie. Estos cambios se acentuaron aún más a partir del siglo XV de nuestra era, cuando Naga (título concedido al gobernante único de los lemurios) adquirió la Corona Serpiente; Naga la utilizó para gobernar durante largos siglos a sus súbditos, con mano de hierro y crueldad absoluta.